proposición II


Cuando me bajé de la limusina una señora de aspecto elegante y eficaz se adelantó y se presentó a si misma como Claude. Ella sería la persona que me guiaría por aquella velada procurando que no me faltara de nada. Me sentí como una diva que acude a un homenaje, agasajada y mimada por todos.
Claude me acompañó a una especie de camerino donde me ayudó a desvestirme y delicadamente aplicó aceites olorosos por mi cuerpo entrando en las zonas más intimas, mi piel se erizaba con su contacto y ella me miraba a los ojos y sonreía.

- Tranquila, todo es bastante más sencillo de lo que parece, además eres preciosa y todos estarán contentos contigo-

- Estoy tan nerviosa…

- Es normal, ¿es tu primera vez?-preguntó

- Si,

- No te preocupes por nada, yo estaré cerca para cualquier cosa que necesites, pero creo que te lo vas a pasar muy bien. ¿Me permites una pregunta íntima?- preguntó arqueando sus cejas y dejando ver mejor aún sus espectaculares ojos verdes.

- Por favor, tienes mis pechos entre tus manos, pregunta lo que quieras- dije sonriendo.

Sonrió.

- Me preguntaba cual es el motivo por el que una joven tan bella acepta este tipo de situaciones-dijo mirándome de una forma que animaba a explicarle mi vida, sabiendo que no juzgaría nada ni se escandalizaría por nada.

- Al principio creí que lo hacía por despecho hacia mi misma. Si, si, siempre he sido tan recatada, tan simple, necesitaba hacer algo que se supone no está bien. Pero…

- Pero…

- Ahora me doy cuenta de que he estado soñando con esto durante muchos años, verás, ninguno de los hombres con los que he estado ha sido un amante estupendo, ninguno ha conseguido sacar a la luz a esta parte de mi que intento descubrir ahora. Si te tengo que decir un motivo concreto creo que sería descubrirme a mi misma.

- Me gusta oír eso, algunas de las mujeres que han participado en este juego solo lo hicieron por dinero y ninguna disfrutó con ello, como tampoco lo hicieron los invitados, si una no está a gusto eso se nota. Pero con tu predisposición para dejarte sorprender creo que todos acabaréis encantados.

- Eso espero.

A partir de ese momento se estableció un lazo entre nosotras, nos mirábamos y sonreíamos como si supiéramos que pensaba la otra, hubo una complicidad que nos uniría por mucho tiempo.
Llegó la hora y Claude me cogió de la mano para guiarme por los pasillos hasta la sala central donde me quedé pasmada. No había nadie, algún camarero que acababa de decorar alguna barra con flores.
Nada era como yo había imaginado, la sala era grande y bien iluminada, decorada con estilo, lujosa y a la vez moderna, habías barras de bar dispuestas de forma circular alrededor de una especie de pedestal cubierto de sedas plateadas y hojas verdes. Bolas enormes pendían del techo reflejando más aún los tonos plateados que lo envolvían todo. Una abrazadera cubierta con enredaderas sobresalía desde el techo sobre el pedestal, supe cual era su función de inmediato. Había gente en la sala y al aparecer yo se giraron y me observaron con detenimiento unos segundos acto seguido alguien empezó a aplaudir y todos se unieron a la ovación. Claude me acompañó hasta el centro de la sala y me susurró al oído:

-¿Ves? Les has gustado mucho, ahora disfrútalo.

A partir de ahí creí vivir un sueño, algunas de las personas de la sala se me acercaron, algunos me decían lo guapa que era, otros susurraban cosas morbosas a mis oídos, todo aquello lejos de desagradarme me hacía sentir genial. La primera persona que se decidió a tocarme fue una señora entrada en años, la acompañaba un caballero cogida de la mano, rozó con su lengua el lóbulo de mi oreja de una forma tan sensual, tan delicada, que mi piel se erizó al notar su humedad, su acompañante se dio cuenta de inmediato y la animó a que siguiera tocándome, la señora miraba al caballero al mismo tiempo que deslizaba sus dedos sobre mis labios y reseguía la curva de mi cuello con su lengua en dirección a mis pechos. El caballero disfrutaba mirando la escena y eso se notó en el abultado pantalón a la altura de su entrepierna. La señora alargó una de sus manos hacia la pernera del pantalón del caballero para confirmar lo que yo ya estaba viendo, complacida suspiró y abandonó mis pechos para acercarse al caballero y darle un beso delante de mi, él a su vez levantó la falda de la señora y metió su mano entre sus piernas, ella satisfecha me miró agradecida y ambos se alejaron hasta un rincón.

Mientras los seguía con la mirada tropecé con un caballero que me miraba con descaro, divertido. Era alto, muy guapo, con facciones marcadas y estilizadas, de cabellos oscuros rizados, vestía un impecable pantalón claro combinado con una camisa roja, al cruzarse nuestras miradas él sostuvo la mía con un brillo indescriptible, tan absorta estaba en sus ojos que no me di cuenta de que alguien se había colocado a mi espalda, noté el roce de una barba bajando desde mi nuca, despacio, muy despacio. Giré mi cabeza con intención de ver quien era, no pude verle el rostro, pero perdí la oportunidad de seguir mirando al caballero de camisa roja, entonces me abandoné al placer de aquellas caricias ásperas.
La barba iba deslizándose despacio por la columna de mi espalda, no me tocaba con nada más, sus manos no existían en mi piel, solo su barba y su aliento caliente, la sensación era asombrosa, una mezcla de dolor y placer conjugados para hacerme temblar. Poco a poco fue levantándose sin dejar de acariciar mi piel y pasó a mi vientre, allí trazó círculos en espiral cada vez más grandes continuando con la suavidad y la ternura de la que había hecho gala en mi espalda, mi vientre reaccionaba a su paso como jugando al escondite, quería más, pero cuando llegaban las caricias se escondía inevitablemente. Así estuvo jugando conmigo hasta que creí no poder soportarlo, entonces acabó de levantarse y me dio un suave beso en los labios como agradecimiento, en mi rostro una mueca de dolor placentero y decepción por el abandono.

Poco tiempo tuve para recuperarme, a penas una mirada a Claude que me guiñó un ojo, cosa que interpreté como de aprobación, sonreí a modo de contestación. Ya entonces dos mujeres espléndidas mucho más guapas que yo se habían acercado, las dos vestían parecido, generosos escotes que dejaban ver unos pechos que demostraban que a veces la gravedad no produce efectos y vientres planos al aire luciendo un pequeño pircing en su ombligo y cortas minifaldas que acentuaban sus largas piernas. Entre ellas había un pequeño juego, una vaciaba un poco de su copa sobre mis labios y la otra bebía sin derramar una gota, si a esta se le escapaba intercambiaban los papeles y volvían a comenzar. Tuvieron que comenzar muchas veces. Notaba el líquido frío cayendo entre mis senos, notaba la lengua caliente de aquellas mujeres y sus labios sorbiendo el líquido, notaba también el roce de sus pechos contra los míos cuando se inclinaban a beber. Una de ellas me sorprendió dejando caer el líquido por mi espalda, la otra se lanzó rápida a lamerlo y ella aprovechó para derramar más líquido y lamerlo ella misma. El líquido corría rápido y su lengua veloz tras de él, noté como se resbalaba entre mis senos y bajaba por mi vientre llegando a esconderse entre mis ingles descendiendo por mis piernas la última gota que se había logrado huir de ella. La que estaba a mi espalda se dio cuenta y hundió su cabeza entre mis piernas para relamerse con aquel goteo, a estas alturas yo no podría haber dicho si se trataba del líquido de su copa o mis fluidos más íntimos. Entonces vi a todos los presentes concentrados en la escena, sin pestañear, queriendo ser partícipes y disfrutando. Una señora se acercaba a su acompañante y metía la mano en su pantalón, un caballero mordía los glúteos de una joven que se apoyaba en una de las barras.
Perdí el control, mis manos se elevaron para alcanzar la abrazadera del techo mi cabeza cayó hacia atrás y mis piernas se abrieron pidiendo más. Alguien vació una botella completa sobre mi y ambas lamieron, chuparon y sorbieron cada gota del líquido espumoso, en ningún momento ninguna de ellas lamió mi sexo, cosa que hubiera agradecido, tan excitada me encontraba que estallé en convulsiones, justo entonces volví a encontrar la mirada del caballero con camisa roja, su semblante serio pero sus ojos divertidos, me sentí flotando atraída sin remedio por él. Dejó la copa que sostenía en su mano sobre la barra, con una mueca torcida que no supe identificar se alejó de la sala. Las dos mujeres seguían lamiéndome entregadas totalmente a su placer siendo conscientes del mío propio, una arrodillada entre mis nalgas, la otra entre mis muslos, verlas así, deseándome, hizo que no resistiera más y los caldos de mi sexo palpitante acabaron desparramándose entre mis piernas y sus lenguas, ellas, ávidas, acabaron con todo. Me sentí pletórica, descansada, me sentí mujer deseada y colmada, feliz.
Claude se acercó cuando las mujeres se alejaban. Un nuevo juego se había establecido entre ellas, se besaban y acariciaban como si acabaran de descubrirse, no pude ver más, Claude me cogió de la mano y me hizo salir de la sala….

Comentarios

juan rafael ha dicho que…
Hmmmm...no parece haber durado mucho ¿no?
Lydia ha dicho que…
Asombroso... morboso y muy excitante... esto no se puede quedar así...
Belén ha dicho que…
Si es que ya me lo decía yo, que tenía que leer los dos post a la vez :)

Y no me equivocaba :)

Chapeau!

Besicos
Pablete ha dicho que…
Lo primero que me ha venido a la mente... Sensualidad fina y elegante....

Bravo!!
Cruela DeVal ha dicho que…
Desde luego mucho más excitante que una peli del plus
Besos
FERNANDO SANCHEZ POSTIGO ha dicho que…
muy bueno. Tienes un don natural para narras estos momentos tan íntimos. Besos.
Clip ha dicho que…
Lo priemroi que me ha venido a mi mente es que gracias a ti la primera mujer que pase, le tiro los tejos
Clip ha dicho que…
a ver si es alguien como tu, deliciosamente genial, me has enganchado
Anónimo ha dicho que…
Sensacional, elegante, erotico, sensual y me ha dejado muy mal leyendo estas aventuras lozanas y frescas. Espero la tercera parte con impaciencia.
Un fuerte abrazo.
Thiago ha dicho que…
Qué tal cari? qué tal aquel negocio que te tuvo alejada una temparada? Espero que no sea el trabajo de este post, jajaja

Bueno, ya me ugstaria una orgía asi, pero gay, claro, jajaja

Bezos.
Sherezade ha dicho que…
Me has dejado completamente a la expectativa...

Con tanta excitación por enmedio, creo que lo haría sin cobrar :P

Besitos
Manu Espada ha dicho que…
Excitante, me ha gustado lo de "los caldos de mi sexo desparramándose"!!! ¡¡¡Cómo tenía que estar la tía! Buff!!!!
Paco Becerro ha dicho que…
El champán, goteando, de esa jugosa copa...

ufff...

que estoy de Rodríguez, Pandora, jajaja, no me hagas esto...
Erotismo ha dicho que…
bueno.... preséntate a un concurso de relatos... sin duda, uno de los mejores relatos que he leído nunca
El vecino del 4º ha dicho que…
que tus sueños se conviertan en palabras
que tus palabras vuelen como versos
que tus placeres sean siempre nuestros...

besos Pandora...como siempre un auténtico placer...siempre más...

tu vecino del 4º
aaa ha dicho que…
Espero ansioso el final...
Cyllan ha dicho que…
Morboso, inquietante, divertidísimo y encima bien escrito. No se puede pedir másss. Me tienes en ascuas hasta que continues esta proposición "indecente".

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